martes, 14 de diciembre de 2010

Nuestra Patria: ¿nuestra o de nuestros políticos?

Viendo cómo discurre el día a día en nuestro país, me quedé pensando si somos o no los patriotas que los Padres de nuestra Patria (1) soñaron.  Todavía más simple ¿somos o no los ciudadanos (2) que nuestra Patria merece?
El ciudadano dominicano es el habitante de la República Dominicana, titular de derechos que tiene la potestad de ejercer en territorio dominicano.  O sea, el patriota es el ciudadano que está ligado a la República Dominicana por vínculos jurídicos (nació allí), históricos y afectivos.  Es decir, cuando estás en cualquier lugar del mundo y escuchas nuestro himno y se te sobrecoge el pecho de una gran emoción, eres un ciudadano patriótico de República Dominicana.
Más aún, cuando estás en cualquiera de nuestros parques protestando por el 4% para la Educación y pretendiendo un mejor futuro para esta nación que es tu Patria, estás ejerciendo un derecho que te asiste como ciudadano.  Eres un Patriota a quien no le da la gana que unos cuantos políticos de turno desvirtúen tu concepto de Patria, y mucho menos que desvirtúen los sueños que tienes para el país del que eres Ciudadano y Patriota.
La Patria no es tan sólo de esos políticos. Es de todos aquellos que hemos nacido en el territorio de la nación dominicana, y al que también estamos unidos “por vínculos jurídicos, históricos y afectivos.” (1) Y, si sacamos cuentas, somos definitivamente más numerosos que aquellos políticos de turno.
 Parece que los políticos también quisieran que nos olvidáramos de esa vaina de la Patria.  Parecería que pretendieran que no debemos tener esperanzas para nuestra Patria. Se olvidan estos políticos que toda Patria nació con un sueño.  No quieren que en nuestros sueños cada uno de nosotros visualice la Patria que entendemos nos merecemos y merecen nuestros hijos. Parecería que quisieran decirnos a nosotros, los ciudadanos–patriotas, que eso de la Patria es sólo un sentimiento que se enciende cuando un Juan Luis Guerra gana un premio en cualquier lugar del mundo o cuando uno de nuestros atletas nos llenan de orgullo al obtener una medalla en ultramar.
 ¡Qué pendejos están esos politicos!
 Nos asiste el derecho de anhelar una Patria como aquella que soñó Duarte.  Orgullosa, indómita, que supo decir no a la dominación haitiana, que supo decir no a la Anexión a España, que supo decir no a gobernantes títeres y a tiranos, que ha sabido, a lo largo de su más de siglo y  medio de existencia, como Patria, no ponerse de rodillas. 
 Es mucho el espacio que han ganado nuestros Patriotas en esos 166 años que han transcurrido desde la formación de nuestra República, de nuestra Patria.  Ese espacio nos da derecho a usar los paraguas amarillos, a decir no a la corrupción de los funcionarios públicos y a la retórica de estos políticos, a decirle a esos Senadores y Diputados que alegremente se han repartido RD$219,600,000 sólo en diciembre que, al menos a mí, no me representan…  y más aún, nos da derecho  a decirles.. ¡que se vayan pal carajo!

(1) patria. (Del lat. patrĭa). 
1.      f. Tierra natal o adoptiva ordenada como nación, a la que se siente ligado el ser humano por vínculos jurídicos, históricos y afectivos. 
(2) ciudadano, na. 
1.      m. Habitante de las ciudades antiguas o de Estados modernos como sujeto de derechos políticos y que interviene, ejercitándolos, en el gobierno del país.